Should I stay or should I go? | Reseña de La muela de Rosario Villajos

Reseña de La muela de Rosario Villajos

No es solamente un hueco lo que siente Rebeca al pasar la lengua donde antes había una pieza dental desaparecida: en esa pequeña porción desprotegida de la boca caben el abandono, un duelo mal enterrado, esa juventud asfixiada que se va escurriendo inexorablemente entre jornadas interminables, pisos desvencijados y prisa, prisa, prisa, algunos sueños pudriéndose y el cinismo de una sonrisa entrecortada, la que antes obraba milagros, porque la belleza siempre ha sido su magnético pasaporte a mejores oportunidades. Esa muela no es solo una muela: la muerte de ese nervio, la ausencia de esa parte de la boca es todo lo que le falta y no va a recuperarse más, una encrucijada por la que se escapan las malas decisiones, el tedio vital, el pozo donde yacen las dudas sobre la maternidad, la nostalgia de su tierra, el tic tac del reloj que nunca se detiene, ni el de su cuerpo ni el de las agujas del Big Ben.

La muela de Rosario Villajos, publicada por la editorial Aristas Martínez– es un relato agudo, agridulce y divertidísimo sobre el desencanto de la vida adulta y la precariedad extrema que asfixia a su protagonista en un Londres hostil, frenético y cambiante. Una ciudad que prometió darle alas pero que le chupa la vida por un puñado de libras, que la obliga a vivir en una buhardilla compartiendo metros cuadrados con ratones, que hace emerger una parte oscura y destructiva de si misma, que le obliga a intercambiar fuerza de trabajo por subsistencia, a pedalear bajo la lluvia gris lejos de su Barcelona natal.

La muela de Rosario Villajos
La muela

Rosario Villajos nos narra con sorna, encanto y desparpajo las visicitudes de esta protagonista en la que tantas pueden reconocerse. Como una antiheroína generacional, Rebeca encarna los vicios, virtudes y manías persecutorias de una treintañera con más preguntas que respuestas, más dudas que dogmas, más problemas que sueños en la recámara. Y nos hace reír aunque sabemos que detrás de el humor se encuentra la angustia, que la vida moderna no nos deja vivir a gusto, que las patas de gallo acarrean vueltas de tuerca irreversibles, que hay compañías que nos roban la salud, que el placer a veces es un caramelo lleno de arsénico. Que como dice Rigoberta Bandini en Perra, «esto de nacer mujeres en el tiempo de Despentes es dificil/ no sé por dónde empezar/ Si yo pudiera ser perra/ Por favor dejadme serlo/Solo pido ir sin correa a pasear».

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