«La mejor parte de la vida es la que no podemos vivir, Guido»
Decir que la pluma de Margaret Mazzantini (Dublín, 1961) es privilegiada, es quedarse corto. Como una jeringuilla capaz de extraer sangre limpiamente, sus personajes e historias convierten lo cotidiano, intimista o particular en universal y épico, describiendo con brutal lucidez la pérdida, el descubrimiento personal, el dolor o la identidad a través del paso de las décadas. No te muevas, La palabra más hermosa o Mar de mañana, además de confirmarla como una de las mejores voces de la narrativa contemporánea, son libros cuyo fulgor perdura mucho más allá de su lectura, gracias a la profundizad psicológica lograda en sus protagonistas y a la intensidad emocional que emana de su relato.
En esta Esplendor, novela publicada por la editorial Seix Barral, nos traslada a la compleja relación, desde la infancia a la edad adulta entre Constantino y Guido, separados por el ascensor de caoba en la Roma de los setenta, ya que el primero era el inquieto hijo del portero y el segundo, el atormentado hijo de una acomodada familia, interesado por el arte y atravesado por múltiples conflictos personales. Juntos, los dos protagonistas emprenden un pedregoso camino entre la vergüenza y la complicidad, lo abyecto y lo hogareño, el amor y la repulsa, el temor a lo desconocido y la nostalgia del cuerpo ajeno, la exploración de su sexualidad paralela a los arañazos de una sociedad rígida y conservadora.
Esplendor, el vértigo al olvido y los cables irrompibles
Con maestría, violento lirismo y empleando esa voz personal estilo descriptivo, mágico y crudo al que nos tiene acostumbrados, Esplendor es una novela sumamente detallista y rica en matices que transporta al lector en un viaje sin retorno por el transcurso de las décadas, con un amor complejo y el peso de las propias decisiones como un yugo en la espalda acrecentado por los años. El trabajo, la familia, la muerte y los estigmas sociales atraviesan el certero retrato de dos hombres que comparten desde la cuna, a excepción de la desigualdad económica, secretos, una profunda comunicación química, un pasado marcado por la iniciación sexual, los refugios personales y la búsqueda de la felicidad.
El miedo insondable a conocerse a uno mismo, la violencia social, la paternidad, la importancia del recuerdo y la libertad son algunos de los hilos fundamentales de la telaraña que compone Esplendor, cuyo eje conductor es la membrana que cubre la vida y entrelaza la existencia de los dos protagonistas, incluso desde diferentes partes del mundo. Dos hombres que no conocen ningún hogar más que el pecho del otro, que pelean por buscar los pocos destellos de luz en un mundo árido, que definen su identidad a través de los sentimientos encontrados que han definido su vida, de la oscuridad y la herida cerradas por la piel ajena, y que sobreviven al tiempo con rabia, esperanza o indolencia.
Una novela con mayúsculas, una historia de belleza, nostalgia y dolor que te calará hasta el fondo de los huesos.
[Puedes leer el primer episodio de forma gratuita en el siguiente enlace. ]