Recuerdos ácidos, afters, amores perdidos, canciones desangradas, cicatrices bajo la ropa, memorias de noches en el barrio de Carmen, los años eléctricos, los tiempos de renuncias, el tren que ya no pasa los domingos, el sexo debajo del paraguas, la bocina de los sueños. Hoy queremos enseñarte en nuestra sección Poetizando de todos los lunes Plan b, un poema de Charly Efe, al que puedes conocer mejor a través de la extensa entrevista que nos ha concedido para Literaturbia.
Charly se define en su blog como precursor del placer del instante y escritor en horas bajas. Con más de 800 poemas desde el 94 y 200 canciones desde el 2003, el valenciano recoge el legado de sus escritores malditos favoritos -desde Pavese a Bukowski, de Fante a Panero- para llenar de hambre las almas de los lectores de poesía con sus versos cargados de cotidianidad. Como él bien dice: Carga con mis traumas, yo lo bueno se lo doy a otros.
Os dejamos con plan b, un poema de Charly Efe. Los lunes no son tan malos.
Soy lo que sobrevivió de nosotros.
Ni siquiera tengo una salida de emergencia
que te enviude para siempre,
ni ganas de recoger el plato de la mesa,
ni una mujer esperando abrazos,
ni treguas ni cimientos,
ni unos versos ocupando un despropósito.
Tengo un hervidero de preguntas
con toda mi mala sangre haciendo guardia.
Yo también sudo mi medalla de plata,
sueño que me apartas después del sexo,
que te quedas en la otra parte de la cama
echando humo, recogiendo restos
de este amor intempestivo.
Ya te lo dije una vez, mi amor es mío
hasta que tus ojos lloran todo lo contrario.
Ni las poesías completas de Cesare Pavese,
ni las canciones desubicadas,
ni un pintalabios en el espejo
atrayendo quimeras:
P-O-E-M-A.
Nena, tú y yo ya estamos hechos del mismo barro.
A mi tu locura nunca me hubiera parecido un lastre,
jamás te hubiera hecho sentir ahogada
abriéndote la puerta en la cuneta,
y por supuesto que te hubiera dejado
dentro del poema, inmóvil.
Allí es donde me sueles traer
cuando nadie te entiende y la ciudad es transitoria.
Pero yo comprendo tus cuerpos, tus azotes,
los semáforos en rojo que levantas,
suavizo tu caos porque vengo roto en otros trazos,
en otras redenciones de noches célebres
y corazón en la garganta.
Tú me has visto ir hacia ti
desnudo de la mano de la muerte.
Me pides que la deje y pienso
que no sé como llegaré a dieciséis orgasmos
a tu pan y tu circo, tu quizás, tu deseo,
tu ni conmigo ni sintigo,
tu límpiame este beso en la cocina,
lléname de trampas, coge las maletas
y sálvame del tiempo.
Y no te salgas nunca.
Y tráeme ese plan b
por si me pone.
Un poema de Charly Efe