«Tú te llevaste mi alegría. No la sueltes nunca» Charly Efe
A Carles Sanchís (Valencia, 1979), más conocido por Charly Efe, la poesía se le cae sin remedio de la boca. Escritor y rapero procedente del underground peninsular, adicto a las jams y recitales poéticos, asiduo de festivales y amante de la furgoneta y las salas pequeñas para demostrar que el hip hop nunca estuvo muerto, Charly es un alma hiperactiva a caballo entre los bares, el bolígrafo y el micrófono. Por eso, entre sus líneas podemos hallar sueños a medio hacer, historias para no dormir, averías y redenciones, amores putrefactos y sexo triste.
Próximamente verán la luz dos nuevas obras artísticas del valenciano: su próximo trabajo musical, llamado Limbo y su tercera recopilación de poemas, titulado Los elegidos. Si tú también te desvelas con Bukowski, lloraste con la muerte de Panero, sientes debilidad por los discos de Christina Ronsenvinge o Quique Gonzalez, disfrutas con una birra y unos versos en directo, o andas constantemente buscando un torrente de poesía capaz de atravesar las paredes de tus órganos, tienes mucho más que ver con Charly Efe de lo que pensabas. Hoy en Literaturbia tenemos el placer de compartir con él una conversación acerca de su obra, sus recuerdos y proyectos. Saca esa cerveza de la nevera y abre bien las orejas.
1994, el año que comenzaste a escribir poemas crudos y empapados de vida desde tu barrio de Valencia. ¿Qué recuerdos vuelan hacia tu mente procedentes de aquella época?
Recuerdo las jams del Bésame mucho y del Asesino dónde nos pasábamos el micro de mesa en mesa. Recuerdo que estaba todo por hacer, yo ya venía escribiendo desde el instituto y digamos era mi primer contacto con el mundo de la gente que escribía y que apostaba por la música y la lectura en directo.
En tu caso, la poesía se anticipó al rap unos cuantos años. ¿Cuáles son los orígenes de ambas pasiones?
Supongo que empecé a escribir porque mi padre era profesor y ya desde pequeño leía mucho y devoraba cine y música, estaba en contacto con el arte. El rap vino bastante tarde cuando ya tenía 21-22 años y no fue una búsqueda ni una forma de vida, más bien era un culo inquieto y alquilaba discos de rock en una tienda y un día por variar alquilé unos discos de rap y ya me empecé a enganchar a esa mierda.
¿Tienes memoria acerca del primer poema que te marcó profundamente?
Palabras para Julia de Jose Agustín Goytisolo. Hay una versión de Los Suaves que me ha hecho llorar en un Viña Rock. Es una historia preciosa.
¿Acerca de qué temas te llamó la atención comenzar a escribir por aquel entonces, durante tu postadolescencia?
Siempre empiezas a escribir de lo que añoras o del amor de juventud. Luego cuando fuí creciendo hablaba mucho del paso del tiempo y de la muerte y ya en el rap he intentado cambiar por completo las temáticas, un poco más callejeras, de la vida cotidiana, las relaciones, los vacíos, la noche en general y sus consecuencias. Es un proceso simple y llano que aceptas natural con el tiempo.
En tus poemarios y en tu blog no escatimas en referencias a tus autores más queridos. ¿Cuáles son aquellas obras que devorarías una y otra vez?
Todas las obras de John Fante, sin duda también las novelas de Bukowski y las poesías completas de Panero, Jose Agustín Goytisolo y Jaime Gil de Biedma por ejemplo.
Del panorama literario presente, ¿qué escritores u obras han despertado últimamente tu atención?
Suelo leer mucha novela negra americana. Jim Thompson, Peter James… La poesía la escribo pero la leo poco. Quizá en España me tocan el corazón los poemas desgarradores de Princesa Inca, también me seduce mucho la novela histórica y así, para pasar el rato aquí de España me distraigo mucho con la forma que tienen de escribir Ray Loriga o David Trueba.
Remontémonos ahora a Los años eléctricos, un poemario que recoge piezas de nada más y nada menos que diez años de tu vida. ¿Tiene algún significado especial haberlos dividido por años en apartados titulados “Ni en hadas ni en quinielas”, “Tiempos de renuncias” y “Los años eléctricos”?
Si, esos títulos son los que iba eligiendo en cada obra casi desde el año 2000. A la hora de sacar un primer libro quería aglutinar un poco mi historia sin dejar nada olvidado, así que fuí haciendo una recopilación de poemas de aquella época, quizá los mejores, y los acompañé de los dibujos de mi gran amigo Sion. Se dividen en esas 3 partes tal como los concebí en su momento, pero en cada parte a lo mejor en el bloc original había 30 o 40 poemas por parte y en el libro he sintetizado en 7 u 8 poemas por época nada más.
Para esa obra contaste con las ilustraciones de don Sillón, de corte sumamente expresionista. ¿Qué crees que aportaron a tus poemas? ¿Las realizó específicamente para el libro?
Algunas sí y algunas ya las tenía hechas, pero claramente sus dibujos y mis textos van de la mano, hemos vivido muchas cosas juntos y hemos tenido los mismos bajones y preocupaciones y sabía que él a través de su pluma y sus cuadros captaría mi esencia y saldría algo bonito de eso. Ahora estoy preparando mi tercer libro y también va a ser un invitado de excepción.
Tu lenguaje es lírico y callejero a la vez, y en él nos podemos encontrar temas recurrentes como los bares, la autodestrucción, el amor, el sexo o la droga. ¿Cómo definirías la impronta que caracteriza tu estilo?
Una de las cosas que me caracteriza es que llevo escribiendo más de 20 años pero soy bastante natural con la gente, no me pongo una pegatina que pone POETA en la frente ni voy vacilando y presumiendo de ello. Si alguien cree que en mis canciones o poemas me acerco a la poesía de verdad me alegro bastante que lo piensen pero yo me siento más Robe Iniesta que Alejandro Jodorowski para que nos entendamos. Puedo llegar al éxtasis lírico en un tema lleno de metáforas y puedo al rato ser el tío más despreciable y puesto en una barra de bar. Me gusta romper esa barrera y amo la cotidianidad de las personas y su entorno. A mí me pueden tocar y se me ve venir, me quedo con eso.
Flores y mierda, Los años eléctricos o El hospital son poemas de este primer libro que reflejan épocas difíciles y turbulentas. ¿Todas tus creaciones parten de elementos autobiográficos o algunas emergen de la ficción?
Hay de todo por supuesto. Hay historias con personajes ficticios, quizá también en alguno que otro un poco de exageración, pero básicamente el 95% de mis poemas son autobiográficos o de sentimientos que he tenido en ese momento. Siempre tiene que quedar un margen para jugar con él y que el lector dude o pregunte. Así ha sido desde el origen de los tiempos.
Por otra parte, en 2014 decidiste publicar No de nunca, tu segunda recopilación de versos, más extenso que su predecesor. ¿Qué hay en él de diferente? ¿Hacia que derroteros crees que ha evolucionado tu poesía?
La mayor diferencia es que ahora simplifico más, antes intentaba hacer el poema definitivo, bordar mucho la imagen o la metáfora y me di cuenta que eso recargaba mucho el poema. Ahora cuando empiezo un poema ya tengo la idea en la cabeza, lo abro, lo moldeo a mi gusto y lo termino con una simpleza más bonita si cabe, sin grandes estridencias, pero tú sabes perfectamente cual ha sido la idea del poema, no hay tanta ambigüedad. Creo que hay mejores poemas en el segundo por ese grado de madurez supongo.
Además, publicas asiduamente poemas en tu blog, denominado Terribles visiones, y en tus cuentas de las redes sociales. ¿Cuándo suelen visitar las musas a Charly Efe?
Canción de tú y yo, que le jodan a las musas. He aprendido a quedarme solo con el folio y mi puta vida en verso, arrastrada y mísera. Ya no vuelco todo en un amor perdido o en un futuro que no tendré, he conseguido quitarme lastres y ya no soy tan romántico. Todo lo que soy está en mis ojos, en el poema nuevo que se abre ante ti, y eso me basta. Es la comunión del folio con la incertidumbre lo único que me llena ahora mismo.
En tu propio blog destacas una frase que dice Solo tú tienes derecho a mi tristeza. ¿Se escribe más y mejor de los acontecimientos tristes y experiencias negativas, o en tu caso dicha afirmación no es más que un tópico?
Cuando estás hecho mierda suelen aparecer los sentimientos más oscuros y negros, el bajonazo que le llamo. Decía hace años en una entrevista que para mí un disco era sacar lo peor de Charly Efe en 50 minutos y entregártelo en bandeja. Quizá cuando tenga 50 años y escriba los mejores poemas de mi vida no piense así, pero por lo general todo lo trágico, transgresivo y decadente me ha cautivado más. Historias de chicos solitarios, almas de cántaro, escritores malditos y toda esa chusma… paz para todas esas almas.
Una característica muy personal tuya es que existen ciertas frases que reaparecen en tus canciones y en algunos de tus poemas, o que algunos de estos se hayan ligeramente adaptados para algunos de tus raps. ¿Podrías elegir tres frases de tu obra artística que te definan?
Te doy tres al azar que me vienen no creo que sean las mejores pero las tengo aquí ahora mismo: No de Nunca -por una mujer que se cansó de decirme que No, y yo le puse el punto y final a este título para dejar de agonizar-, ¿Cómo puedo estar tan sólo con lo cojonudo que soy? -es una frase irreverente y que resume mi manera de ver las cosas, entre cínico, pesimista y egocéntrico- y Yo a la vida no podía darle ni un minuto de respiro, un minuto ya era culpa -soy hiperactivo y hago todo por impulsos-.
En Youtube podemos encontrar algunos vídeos tuyos recitando poemas e improvisando en jams, en tus locales favoritos como el Jimmy Jazz de tu tierra, incluso tienes algunas canciones recitadas como la preciosa Contigo, una de mis favoritas. ¿Cómo es la experiencia de subirse a recitar a una jam a diferencia de rapear en un escenario?
Pues hay algunos conciertos que hemos metido 350 personas en una sala y los recitales si vienen 50 ya es un éxito. La gente en España no lee, por eso tiene tanto mérito hacer que la gente por ejemplo en Benimaclet ya venga a mis recitales o a escucharme en las jams del Kaf Café sólo por el mero hecho de escuchar lo que digo, más allá de que les guste mi música o el rap en general. Eso es una satisfacción personal. También en la Jam suelo estar más tranquilo, me suelto más, ya que al leer el poema directamente del libro no tengo esos nervios de que se te vaya la letra y tal. Digamos que estoy más concentrado y relajado, sale solo.
¿Crees que estamos asistiendo a una nueva resurrección de la poesía o que el fenómeno de redes como Twitter e Instagram favorecen que cualquiera sea crea un genio con el móvil en la mano?
Hay una poesía para niñas de 15 años, mojabragas que la llamo yo, que no me gusta en absoluto. Aforismos básicos, no salen de las tres palabras básicas amor – desamor y te quieros rancios disfrazados de pseudo-poesía de Pachulí. A mí no me encontraréis en esos versos. Por otra parte si veo a muchos poetas moviendo sus blogs, creando escuela, a garitos apoyando la cultura y los recitales y jams, a la gente que monta los slams muy entregada a la causa, y eso me da muchas esperanzas de que haya una nueva generaciones de lectores.
Participas activamente promocionando pequeños festivales, grupos nuevos y recitales poéticos. ¿En qué consiste la magia propia del underground?
Yo desde que empecé a rapear allá por el 2003 me ha gustado montar bolos. Te diría que me he traído por primera vez a Valencia a más de 25 grupos. Ahora mismo tengo un Festival que es mío y lo monto cuando acaban las clases de Navidad e intento traer a grupos underground que la gente me pide y que hacen un musicón y a lo mejor venir a Valencia solos les costaría más. Son muchos años con la autogestión, es bonito porque controlas tu trabajo y todo es más puro, pero también te digo que estoy muy muy cansado de eso y a veces también agradezco dedicarme sólo a componer y que otros me ayuden a mover mi trabajo o a distribuir mi trabajo. Lo de los recitales poéticos lo llevo haciendo desde los años 90, me veréis una vez a la semana en Kaf Kafé de Benimaclet leyendo un par de poemas y haciendo mis propios recitales poéticos presentando mis libros y tal de vez en cuando. No son como los conciertos, tienen otro formato, a veces poemas mezclados con capella, otras veces se viene el Cifu y me acompaña con la guitarra. Desde mi página de Facebook, Charly Efe os podéis enterar de todo lo que vamos haciendo.
Sueles comentar tu gran pasión por los discos de cantautores españoles, e incluso entre tus versos se deslizan referencias a Quique González, Christina Rosenvinge o Nacho Vegas. ¿En qué medida te han influido estas inspiraciones musicales?
Bueno yo tengo una colección de 500 discos de música rock/ pop/ rock transgresivo español. De ahí he aprendido a nutrirme de todo, desde cantautores a grupazos míticos. Siempre me acompañan, y siempre voy a admirarlos. Podría decirte mil nombres, creo que me han influenciado todos, incluso los raperos que más me representan. En el fondo somos como un traje lleno de pequeños retazos. Desde aquel Cadillac Solitario hasta Nikes nuevas, todas han empujado mi alegría en un momento dado.
Tú destacas como un ejemplo clave de la filosofía Do It Yourself. Además de la edición de tus libros, has lanzado diversas maquetas de rap como Bang I, Bang II o Todos los ojos lloran mierda, y has logrado sacar adelante un proyecto de crowfunding para grabar una selección de temas con la banda De la gang. ¿Cómo compaginar desde la iniciativa propia todas estas actividades artísticas?
Bueno la única verdad es que en 13 años nadie nos había ofrecido nunca nada, ni sacar nuestra música por su sello ni llevar nuestra carrera. Todos los que han asomado la patita al final no confiaban de verdad en nuestro trabajo así que al final era la única salida. Incluso podría decirte que no me he sentido muy respaldado por algunos grupos que han estado cerca de mi entorno. Todo lo que hemos conseguido Loren y yo ha sido echándole dos huevos a la cosa, y en cambio cuando nosotros hemos hecho un hueco sí hemos apoyado en todo lo que hemos podido el rap de esta ciudad y los grupos que estaban empezando a hacerse un hueco. Yo siempre digo que me veo haciendo rap hasta los 40 años pero no hasta los 41. Y tengo clarísimo que cuando me baje de este tren podré ir con la cabeza alta por cada rincón de España.
¿Cuál sería tu principal consejo para un joven escritora o escritor de este país asfixiado por el IVA cultural y la crisis editorial imperante?
Mi consejo es que no deje de escribir nunca y sobre todo que lea muchas cosas. Es la única manera de avanzar, somos lo que leemos. Espero que si hay un cambio de gobierno baje el IVA cultural al nivel de otros países europeos, es una vergüenza que yo haya perdido un poco mi afición al teatro porque ir al Olimpia a ver a Ricardo Darín te acabe costando 40 euros. Está claro que hay que adaptarse a los tiempos que nos ha tocado vivir, pero con todos los cánons y ese 21% nos lo ponen muy jodido. El otro día hice un concierto en Huesca y entre todos los contratos, el IVA y gastos nos quedó lo justo para dormir y comer.
Actualmente te hayas inmerso en la gira de El Mártir con Loren D. ¿Cómo es un día en la carretera? ¿Sacas tiempo para escribir versos entre concierto y concierto?
Pues llevamos 25 ciudades y nos quedan unos 13 o 14 más hasta Mayo. Yo en los bolos nunca escribo, ni en el hostal ni en las tensas esperas. No es mi momento. Quizá si me vuelvo solo en tren porque me he quedado unos días en Madrid o Barcelona visitando a gente o grabando cosas sí me saco el mp3 me pongo una base y a través de la ventana del tren me pongo a escribir un tema, pero no suelo. Mi manera de trabajar es simple, cuando tengo un beat que me flipa una mañana me levanto a las 7 a.m. con una frase en la chola y ya no lo suelto hasta que lo expulso. Hace años escribía cuando volvía a casa todo ciego pero por suerte estoy intentando cambiar algunos hábitos chungos de mi vida. De ahí que el título de mi próximo trabajo que espero sacar en Marzo/Abril se llame Limbo.
Respecto al tema de la carretera yo lo llevo bastante bien aunque hemos decidido que si tenemos que ir a la otra punta de España nos sale mejor coger un avión. Siempre es una experiencia nueva ir a esta o aquella ciudad, por suerte la gente nos trata siempre muy bien y nos dejan sus casas y tal. No somos de esos que la lían en las paradas o gasolineras o llegan ciegos al bolo, Loren no nos deja ni fumar en el coche por su familia y las niñas (risas). Nos hemos hecho mayores, como mucho me pillo el Marca y ponemos discazos de los 90 a todo volumen. Si echas la vista atrás, tu poesía y la evolución de tus versos son como el conjunto de postales que te define.
¿Cómo ves al Charly Efe de 1994 y al de 2016, más de veinte años después?
Eso espero que lo juzguen los demás, yo estoy muy orgulloso de todo el camino recorrido. Soy consciente de dónde he llegado y de dónde no llegaré jamás. Ahí están mis maquetas, libros y discos. Espero que la gente que se identifica con mis letras y mi manera de ver las cosas me siga apoyando un tiempo y como canta Medina Azahara, “todo tiene su fin”. Sólo pido que nos hayamos divertido lo suficiente.
¿Algo más que añadir?
Muy pronto Limbo, un EP de 5/6 temas con algunos amiguetes y el 2 de Marzo saco mi tercer libro, titulado “Los elegidos”. Espero que lo disfrutéis. La movida es no parar hasta que queden fuerzas. ¡Muchas gracias por la entrevista!
Unos versos para despedirte de Literaturbia
todo está bien repito
mirándome al espejo como un sherpa,
una redención codificada, la prensa en su sitio,
la cuenta en bancarrota, el alma en suspenso,
todo está bien ya dudo
la vecina del quinto preguntará qué tal,
cargaré con toda la basura a cuestas,
me arrancaré hasta la próxima parada
de prohibido,
llego al autobús en cada una de esas piernas,
imagino qué hay detrás de esas gafas de sol,
a quién habrán besado ya esos labios,
y llego al centro adivinando pensamientos
que no se cruzarán conmigo,
un mono con platillos dentro,
una guerra perdida ahí fuera.
Todo está bien escucho
pero ya no soy yo
quien habla.
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