Sexo, poemas y cintas de vídeo

Amarna Miller Portada

Marina es Amarna Miller (1990). Una pelirroja trotamundos inquieta, polifacética y encantadora que a sus 25 años, ha recorrido medio planeta con una Polaroid en la mochila, mientras escribe poemas, devora libros y películas, escupe en su blog experiencias y opiniones sobre viajes, feminismo o poliamor y se gana la vida como estrella del porno. Licenciada en Bellas Artes, Amarna lucha contra los estereotipos, sabe restaurar muñecas antiguas, es hiperactiva en redes sociales, ha sido directora en su propia productora y acaba de publicar un libro llamado Manual de Psiconáutica (Lapsus Calami), un baúl de recuerdos donde las instantáneas y los textos bailan para que tú pasees por sus entrañas. En Literaturbia hemos tenido el placer de conocerla un poco mejor.

Tu nombre artístico conjuga el nombre de una etapa inaudita en la cronología egipcia -la única monoteísta y en la que los templos se abrieron al sol- y el apellido de un escritor genial que denunció la hipocresía de la puritana sociedad estadounidense. ¿Se trata tu elección de toda una declaración de intenciones?

Sí, en parte sí. Quería un nombre que me definiese y no que simplemente sonase bonito. La mayoría de los escritores que me gustan tienen apellidos raros que no me pegaban, como Kerouac, Pallahniuk o Gingsberg, así que me hice una lista con nombres y apellidos para eegir. Quería que fuese un nombre sonoro y que el dominio estuviese libre para mi web. Amarna Miller lo estaba, aunque he que decir que era mi segunda opción. El primero era Eco Laurens, el personaje literario de una prostituta lisiada -una ironía muy grande-, que me gusta mucho. Finalmente me lance a por Amarna Miller y bien que me gusta, a pesar de que los americanos no lo sepan pronunciar nunca.

Licenciada en Bellas Artes, fotógrafa, aficionada a las antigüedades, estrella porno y escritora. ¡Todo un cóctel! ¿Cómo han ido surgiendo estas inquietudes a lo largo de tu vida para acabar convirtiéndose en trabajos de los que puedes vivir y ser feliz?

Soy un culo inquieto. Sinceramente pienso que tengo una hiperactividad no diagnosticada porque me cuesta mucho parar. Llevo toda mi vida probando cosas nuevas constantemente. ¿Licenciada en Bellas Artes por qué? Siempre he estado interesada en el terreno artístico desde que soy pequeña, así que cuando acabé el instituto ni siquiera me planteé otra opción. Más tarde, descubrí el mundo de la fotografía durante la carrera. El gusto por las antigüedades me viene de familia, ya que mi madre es profesora de historia y desde los 14 he dado clases de restauración, especializándome en restaurar muñecas antiguas. Lo de ser estrella porno ha surgido prácticamente de rebote, y siempre digo que he entrado en esta industria por casualidad. Si no hubiera sido por tener Omnia X, mi propia productora, nunca hubiese acabado siendo actriz. Y en cuanto a la afición por ser escritora, llevo escribiendo desde que tengo uso de razón, me encanta leer y escribir me parece una forma muy interesante de sacar todo lo que tengo dentro.

Hace pocos meses vió la luz Manual de Psiconáutica, un libro que es como viajar por el túnel de tus recuerdos para el lector. ¿Cómo definirías tu obra en unas pocas frases?

Manual de Psiconáutica es una recopilación de poesía y de fotografías, casi todas ellas Polaroid. Siempre digo que este libro es descubrir mis laberintos, es un desenredarme a mi misma. Expreso cosas que nunca antes había hecho y plasmo sentimientos e ideas que nunca antes había sacado fuera de mi cabeza. ¿De qué hablo? Hablo de mi infancia, de mis padres, de mis amantes, de mis amores. También del porno que, por supuesto, es parte de mi vida, pero no quiero que nadie piense que es un libro de sexo o de una actriz porno sobre porno. Es una obra muy íntima con unas poesías muy personales, intentando que el lector descubra un poquito más de mí. Me gustaría comentar un detalle: por dentro, hay un hilo rosa que va pasando por todas las páginas. Se trata de una alegoría basada en el mito clásico de Ariadna y el Minotauro. Básicamente, para salir del laberinto, Ariadna tiene que ir tirando de un ovillo de lana para poder encontrar la salida. Manual de Psiconáutica es mi propio ovillo de lana, mi forma de salir de mis propios pensamientos.

En este libro vemos más trocitos de Marina que de Amarna, a través de una recopilación de textos, poemas y fotografías de todas las épocas de tu vida. ¿Cuándo surgió la idea de publicarla? ¿Nos puedes contar cómo ha sido el proceso de selección de estas piezas?

Jorge, mi editor de Lapsus Calami, me contacto el año pasado interesado en sacar una pequeña recopilación de los textos de mi blog. Yo me dije «esto está muy bien, pero ¿por qué no sacar algo nuevo y hacer una cosa que todavía no esté creada?» Entonces le presenté este proyecto que llevo creando desde siempre. Mi idea surge a partir de un juego en mi adolescencia: Cuando tenía unos 19 años, siempre que me leía un periódico o una revista en formato impreso, y veía alguna palabra o frase que me resultase poética la recortaba y la metía en una cajita. Después, cuando descubrí la fotografía analógica y me especialicé en Polaroids, metía mis instantáneas en otra caja. ¡Siempre llevo una cámara desechable en la mochila por lo que pueda pasar! Llegado cierto momento, decido unir estas piezas poéticas y fotográficas de tal manera que bailan entre si. Ni siquiera es que combinen, puesto que a veces combinan y otras se rechazan entre sí, logrando que reflexiones sobre ellas. Mi idea era crear poesías visuales. Si a todas estas fotos les sumas la gran cantidad de poemas que llevo escribiendo desde siempre, surge Manual de Psiconáutica.

Cuando me senté a escoger los contenidos que iba a incluir en el libro me di cuenta de una cosa de la que no me había percatado antes: que ciertas poesías y ciertas fotografías también bailaban en conjunto, así que decidí crear varios fragmentos de mi vida. Mi infancia, mis parejas, mis amigos, mi familia, mis muñecas. Sin orden cronológico, éstos narran la perspectiva que tengo de mi vida.

Imagino que para ti, publicar este manual implica mostrar una facción mucho más íntima que en tus películas. ¿Es así?

Sí, completamente. Para mi esto es algo mucho más personal. Delante de la cámara desnuda he estado muchas veces pero detrás de ella publicando lo que siento no había estado nunca, si exceptuamos mi blog. Esta experiencia ha sido un descubrimiento de mi intimidad.

¿Crees que tu faceta artística y el lanzamiento de tu libro contribuyen enormemente a derribar prejuicios -estúpidos, pero muy asentados en la sociedad- sobre las actrices porno y la industria del sexo?

Quiero pensar que sí. De hecho, creo que este es uno de los motivos por los que se me está dando tanta cobertura mediática últimamente en España -salí en la tele hablando con Risto, y en el Tentaciones de El País-. Hay mucha atención sobre mí y creo que es precisamente por lo que tú acabas de destacar. Lamentablemente, sigue sonando extraño en nuestra sociedad actual que una persona que se dedica a algo relacionado con su cuerpo, especialmente si eres trabajadora sexual, tenga algo en su cabeza. ¡Qué te voy a decir yo, que vivo eso todos los días! Quiero pensar que estoy derribando prejuicios y estigmas en torno a este pensamiento colectivo que pesa sobre las trabajadoras sexuales de: «Vives de tu cuerpo porque no puedes vivir de tu cerebro y estas chicas se dedican a algo relacionado con el sexo porque no pueden trabajar en algo relacionado con su inteligencia». Y no es así, vaya. Aquí estoy yo para demostrarlo y al igual que yo, muchísimas otras chicas dentro de esta industria que tienen mucho que contar. Yo he decidido dar la cara, salir ahí fuera y estar en medios de comunicación más masivos, pero muchas mujeres comparten mi mismo mindset. Ojalá empiece a cambiar esta concepción estúpida.

Amarna Miller 1

A propósito de la estigmatización, en tu libro hay un fragmento muy crudo e irónico que dice así: “Cuánto cerebro desaprovechado por abrir demasiado la boca. (Y las piernas) La reconfortante calidez da paso a las astillas, esa sensación constante que se hinca en tus encías y debajo de las uñas. Eres un disgusto. Una decepción. Has fallado. ¿Qué recursos nos quedan cuando hemos sido repudiados? La autonomía. Y el perdón.” ¿Cuáles son tus mejores mecanismos para luchar contra los estereotipos?

En efecto, este pequeño texto poético habla sobre el estigma y sobre las críticas constantes que recibo por todas partes: emails, redes sociales, gente conocida, mis propios padres. Todo el mundo parece decir: ¿Por qué has decidido dedicarte a esto? Me dedico al porno porque me hace feliz y es realmente lo que yo quiero hacer. Y como no quiero vivir los miedos de otras personas, y sobre mi cuerpo yo mando, he decidido estar en la pornografía.

Para mí, el mejor recurso para luchar contra los estereotipos es sacarlo a la luz, hablar de ello en mi blog, dar este tipo de entrevistas. Poder demostrar que soy más que un cuerpo. A veces, me veo a mí misma luchando internamente para tener que demostrar constantemente que tengo cerebro y me he dado cuenta hace poco que a veces me paso de la raya intentando demostrar que soy lista aunque esté en la pornografía. Acabo siendo consciente de que a palabras necias, oídos sordos y quién no lo quiera entender, no lo va a entender. Ahora sigo otra táctica recomendada por un amigo, ya que hace un par de meses me puse un poco triste por una serie de comentarios absurdos en redes sociales procedentes de gente que ni siquiera me conoce. Es duro cuando lees a personas criticándote y metiéndose con aspectos muy íntimos de tu forma de ser, te sientes muy frustrado y piensas: «Yo no soy así, me estás juzgando por un 2% que has leído en las redes sociales». Este amigo me pasó un texto de Nietszche llamado De las moscas del mercado, de Así habló Zaratustra. Me quedo con la frase de «no es mi misión ser un espantamoscas.» Las moscas van a estar ahí, y yo no soy una piedra. Llegado cierto punto, las moscas van a horadarme, y lo que tengo que hacer es huir a mi soledad y no prestar atención. Suena mucho más fácil de lo que es en realidad, pero estoy en ello.

Para luchar contra los estereotipos, es necesario hablar y explicar que toda la imagen que la sociedad tiene sobre lo que es el porno, sobre lo que es una actriz o una trabajadora sexual se cae por su propio peso. Esta idea de «las actrices se dedican a esto porque no tienen nada mejor que hacer, precisan dinero rápido o es la última opción de una serie de trabajos» no es cierta y mi caso es un ejemplo de ello.

Manual de Psiconáutica comienza remontándose a tu infancia, una época que marca profundamente a cualquier ser humano. ¿Qué queda de aquella pequeña Marina en la actualidad y cómo ha influido en tu forma de ver el mundo?

Somos un producto de lo que vivimos, la yo más pequeña ha construido la yo más mayor y todas las cosas que he ido experimentando a lo largo de los años me han ayudado a crearme tal y como soy. Y me gusta como soy. Esa Marina que puedes ver en Manual de Psiconáutica es el cimiento para la Marina que ves ahora mismo.

El libro llama mucho la atención por estar salpicado de fotografías espontáneas, nostálgicas, todas ellas muy expresivas. ¿Cómo es tu modus operandi a la hora de sacar fotos?

Como te decía antes, siempre tengo en la mochila mi Polaroid Fuji Instax Mini y un montón de cámaras desechables, que compro en Amazon por cajas -uso hasta 40 al año-. Sabiendo que siempre las llevo encima, cuando estoy en medio de una aventura interesante saco la cámara y lo inmortalizo. Por ejemplo, hace un par de días estaba paseando por Los Ángeles por una avenida con palmeras, el cielo era muy azul y estaba en contraste con el verde, me llamó mucho la atención y me detuve a sacar una foto. En Manual de Psiconáutica no están ni un 5% de las fotos que tengo porque hago muchísimas. Mi modus operandi siempre es la fotografía instantánea, me gustan mucho más que las digitales. Creo que la fotografía digital nos ha perjudicado en cierta manera. Con la analógica hacíamos una foto por momento y esa foto tenía que ser adecuada, aunque tuvieses los ojos rojos o cerrados, o salieses con mala cara. Revelarlo era tan caro que no podías permitirte 30 fotos por circunstancia. Sin embargo, actualmente puedes sacar 3.000 imágenes en una noche ya que no cuesta dinero, y como no existe un gasto, tenemos carpetas con fotos que ni revisamos. Con la analógica, la foto tiene un valor especial, más puro y real. Así debería ser capturar el verdadero momento.

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Como licenciada en Bellas Artes, ¿qué artistas merecen tu mayor admiración?

¡Hay muchísimos! Que me gusten personalmente: Helmut Newton, Richard Avedon, Terence Richardson, Richard Ken, Dave Naz…Como pintores te diría Tamara de Lempicka, Seurat, los impresionistas también me gustan mucho, así como todas las vanguardias. Me encantan Monet, Toulouse-Lautrec, Alfons Mucha…¡Te puedo hacer una super lista en realidad! Sigo mucho el trabajo de Joel-Peter Witkin, y así más modernos me gustan Alberto García Alix, Chema Madoz, Paco Peregrín, Javier Aramburu, Jaure Mur, el pintor español Ramón Sanmiquel, Cristina García Rodero, Santiago Sierra, y Juan Zamora -que fue profesor mío en la universidad-.

Pasando a los clásicos, me gustan mucho Picasso, Dalí, Goya, Canaletto y Jan van Eyck. Más actuales, podría citar también a Ana Mendieta, Pipilotti Rist, Bill Viola, Chris Cunningham…¡Ahí tienes unos cuántos!

Eres hiperactiva en redes sociales y escupes en tu página web toda clase de cosas: textos literarios, reivindicaciones, fotografías y proyectos. ¿Cuáles dirías que son los pilares básicos de tu discurso y el mensaje que intentas transmitir a través de tus diferentes canales?

Esta pregunta es muy complicada. Mi discurso surge naturalmente y no es una cosa que tenga planeada, no tengo unos pilares bases porque se van creando según voy reflexionando sobre ellos. Obviamente, hay una serie de temas que me gusta tratar y eso se nota al leer mi blog. Uno de ellos es el porno: el descubrir aspectos de la industria a los cuáles la gente no tiene acceso o informar a chicos y chicas que se quieren meter al porno como dar los primeros pasos en su andadura. De hecho, tengo una serie de post con instrucciones detalladas de lo que a mi me hubiese gustado leer cuando comencé en esta industria. Últimamente hablo mucho del tema del masoquismo y el BDSM porque me parece un gran desconocido, el cómo ser masoquista y disfrutarlo de una forma sana. También me gusta mucho hablar de feminismo, de trabajo sexual, de cómo derribar el tabú hacia el sexo y hacia la pornografía. Creo que esos son mis pilares fundamentales. Por otra parte, me gusta muchísimo hablar sobre mis viajes, contando mis experiencias y también de organización existencial: cómo gestionar una escena que me ha resultado complicada, cómo optimizar el tiempo y qué aplicaciones sirven para ello, etc…En realidad no tengo planeado lo que voy a escribir, pero si es cierto que existen temáticas de las que hablo normalmente.

Por otra parte, en tu blog te caracterizas por la cercanía con los usuarios, publicando post muy personales sobre cómo comenzar una andadura en la industria del porno, emitiendo críticas hacia cosas que no te gustan o contando vivencias como tu pérdida de virginidad. ¿Eres, en el buen sentido, una rara avis que cuenta con la oportunidad de abrir muchas mentes?

Yo me considero una rara avis en general, en la vida. Soy una persona bastante extraña y bastante excéntrica. Dicho esto, siempre he estado a favor de la transmisión de la información. En mi opinión, si yo comparto mis experiencias y lo que he aprendido, la gente puede crecer sobre ello. Sin embargo, si yo guardo mis vivencias para mí, nadie aprende. A mí me hubiese gustado leer muchas de las cosas que publico en mi blog. Siempre pienso en ¿qué me hubiese servido, por ponerte un ejemplo, cuando perdí la virginidad para no sentirme mal al respecto? Si te has leído ese post verás que hablo de la decepción y de cómo llevas un montón de años escuchando que todo el mundo te dice que la primera vez va a ser maravillosa, y cuando no lo es, ¿cómo te enfrentas a ello? Soy una persona abierta, me gusta hablar de mi misma y me encanta pensar que otras personas pueden aprender a partir de mis experiencias, o son capaces de superar las suyas propias leyendo las mías, así que siempre he sido muy clara a la hora de hablar de temas que a la gente le dan vergüenza, o no desean sacar a la luz, ya sea porno, sexo, virginidad o asuntos en los que hay mucho secretismo a nivel profesional en esta industria.

Ya en tu proyecto de fin de carrera demostraste a través de tu tesis que es posible mezclar el porno con el lenguaje artístico y cinematográfico. ¿Por qué tanta gente, en pleno siglo XXI, sigue considerando el porno como algo sucio, deplorable o totalmente incompatible con las pretensiones artísticas, el feminismo o la muestra de la diversidad sexual?

Bueno, pues porque todavía existen muchos prejuicios en general alrededor del sexo. Si además hablamos de un trabajo que tenga que ver con la sexualidad, esto se multiplica por mil. Hablando de temas sexuales existe una gran hipocresía: vivimos en una sociedad en la que todo el mundo es muy abierto, todo el mundo hace supuestamente tríos y orgías, pero luego hay una serie de temas que no puedes tocar, por ejemplo que practicas el BDSM, que eres masoquista o que te gusta la lluvia dorada. La gente es abierta para según que cosas y luego en la vida real ya no lo son tanto.

Si a toda esta amalgama de prejuicios alrededor del sexo le sumas que siendo mujer y dedicándote a algo dedicado con tu cuerpo, ya tienes una base de gente que te va a criticar, vas a escuchar todo tipo de cosas: que no eres digna, que no vas a encontrar pareja, que estás sucia, que te han «usado» mucho. Al final, lo queramos o no, venimos de una educación basada en la religión judeocristiana, la cual nos ha enseñado un precepto muy básico, que es que el sexo está mal y es algo turbio, especialmente si eres mujer. Si eres hombre y te acuestas con muchas chicas pues eres un Casanova, pero si eres mujer y te acuestas con muchos chicos eres una puta y una guarra en un sentido peyorativo de la palabra. Por eso el porno está tan mal visto precisamente, porque el sexo también lo está.

En cuanto al feminismo, la gente todavía no tiene muy claro el concepto de las últimas oleadas de feminismo o peor, creen que es equiparable al machismo pero al revés, Otras personas creen que el feminismo es la radicalización del pensamiento de los años ochenta: el decir: la pornografía hace daño y debemos intentar inculcar a las mujeres que hacer con su cuerpo, porque sabemos que es lo mejor para ellas. Para mi no hay discurso más feminista que decir «mi cuerpo es mío y hago con él lo que quiero», y entre las cosas que decido hacer está el estar desnuda delante de una pantalla.

¿Cómo definirías tu concepto de sexualidad? ¿Crees que difiere mucho del concepto transmitido desde la educación y desde las principales instituciones?

Es una pregunta complicada, pero desde luego sé que difiere del concepto transmitido desde la educación y las instituciones. Primero, porque sin ir más lejos se nos sigue inculcando que si eres mujer, te tienen que gustar los hombres y si eres hombre, te tienen que gustar las mujeres. Los roles de género continúan estando muy estancados y siguen siendo muy binarios. En mi propia educación hubo una cosa buena y mala al mismo tiempo. Cuando era pequeña tuve un vacío educacional muy grande en términos sexuales, al igual que muchas otras personas de nuestra generación. En mi casa no se hablaba de sexo y yo no descubrí lo que era hasta que en el colegio no explicaron el método biológico para reproducirse. La parte mala de esto es que como niño, como adolescente o como adulto deberías tener una base para tus experiencias futuras y si tienes un vacío en ese sentido acabas buscando información en otros lugares, como en el porno. La parte buena es que como nadie me dijo lo que me tenía que gustar, tuve una libertad de decisión enorme a la hora de descubrir, por ejemplo, que era bisexual, algo que siempre me he considerado. Para mi no hubo un «salir del armario», sino un «ah, bien, me gustan los chicos y las chicas, no pasa nada» desde que era muy pequeña, ya que no experimenté la presión de que me hubiesen inculcado que me tenían que gustar los hombres. Naturalmente, me desarrollé pensando que me gustaban ambos géneros sin ningún tipo de prejuicio y más tarde se me hizo muy extraño tener que «confesar» que era bisexual como si no fuese lo normal o como si tuviese, precisamente, «algo que confesar». En términos propiamente sexuales me sucedió lo mismo, al no tener referencias fui desarrollando las prácticas que me gustaban de manera natural.

Por otra parte, eres una gran abanderada del feminismo pro-sex. ¿Podrías explicarle los principios básicos de este movimiento a una persona que todavía no los conozca?

Fundamentalmente, el feminismo pro-sex está basado en la libertad sexual, en que cada mujer haga con su cuerpo y su sexualidad lo que quiera y por eso está estrechamente relacionado con el activismo sexual, ya sea en el campo de la prostitución o en el campo de la pornografía. Surgió casi como contraataque a una oleada de los ochenta de feministas abolicionistas del porno que querían que éste no tuviese lugar. Yo obviamente estoy completamente de acuerdo con el feminismo pro-sex.

Amarna Miller

Foto por: Deep Exposure

En este terreno, ¿qué autoras han sido tus principales referencias?

Te diría Annie Sprinkle y Cándida Royalle -que además murió hace poco y me dio mucha pena-, ya que además, ambas trabajaron como actrices porno y Annie fue prostituta si no recuerdo mal. También Tristan Taormino, que además tiene una serie de vídeos educacionales que me gustan muchísimo y Diana Cage, que escribió también libros didácticos. Me gusta una youtuber que se hizo muy famosa llamada Lacigreen y por último, Nina Hartley, que a sus sesenta y pico años sigue actuando en el porno.

¿Te gustaría en algún momento de tu vida escribir un ensayo exponiendo tu filosofía de vida y tus ideas sobre sexo, poliamor, feminismo o arte?

Por gustarme, claro que me gustaría. Necesito más tiempo para poder escribir y estar concentrada, pero me encantaría.

En Manual de Psiconáutica el formato es muy variado, ya que intercalas textos y reflexiones personales con poemas. ¿Cuáles son tus poetas preferidos?

Son un montón, te vas a hartar. Me gustan mucho Pablo Neruda -de los primeros que descubrí y me sigue volviendo loca-, Antonio Gala, Walt Withman, Becker, Alejandra Pizarnik, Amado Nervo, Huidobro y Vicente Aleixandre. Más clásicos me gustan San Juan de la Cruz, Quevedo y Góngora, además de Santa Teresa de Jesús, que es super interesante. De entre las autoras españolas actuales me gustan mucho Luna Miguel, Irene X y Loreto Sesma. Últimamente me estoy leyendo a Gregory Corso y me está encantando.

¿Tienes algún poema de cabecera que quieras enseñarnos?

Últimamente me estoy releyendo mucho un poema de Amado Nervo que me encanta y se titula En paz:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

¡Es precioso! Otro de mis poemas de cabecera es Ítaca de Constantino Kavafis, que me enseñó un amigo cuando iba a coger el avión para venirme ocho meses a estudiar a Nuevo Mexico. Estaba muy nerviosa porque era la primera vez que estaba tanto tiempo lejos de mis seres queridos. Mi amigo me lo dio en un sobre y me dijo que lo leyese en el avión. Se trata de un poema sobre cómo superar tus miedos y ésta es la primera parte:

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

¿A qué escritor invitarías a una cerveza si pudieses?

A Antonio Gala -siempre he querido mandarle un mensaje ya que es español y relativamente accesible-. Descubrí su escritura a los doce o trece años, en un momento un poco complicado de mi vida, y me sirvió muchísimo. Siempre le he querido agradecer lo que hizo por mí en aquel momento. Y aparte de Gala, también invitaría a una cerveza a Antonio Escohotado, que es un genio y me encantaría conocerle.

La mente es un conjunto de engranajes alineados para jugar con lo que en otro momento estaba claro como el agua. ¿De qué color tenía los ojos la chica de la que me enamoré en primero de la ESO? ¿Cómo sonaba el ladrido de mi primer perro? Apenas si puedo recordar qué desayuné ayer.

Escribir y sacar fotos es para ti, una manera de inmortalizar tus propios recuerdos. ¿Cómo sueles inspirarte para el proceso de creación?

Esta es una pregunta muy buena. En realidad, me cuesta escribir porque tiene que alinearse el momento con el lugar adecuado. Tengo que estar sola, no puede haber música y tengo que tener mi libreta, ya que suelo escribir a mano. Para mi la inspiración funciona como cuando estás componiendo música: las primeras notas son las más complicadas. En cuanto coges la melodía, el resto sale solo. Si tengo las primeras tres frases, todo empieza a fluir. Una cosa muy estimulante a la que suelo jugar es coger libros que me gustan, y aleatoriamente, señalar una palabra o frase y empezar un texto o una poesía con ella.

He visto en tu blog que como yo, eres una gran admiradora de Chuck Palahniuk. ¿Por qué le recomendarías a alguien este autor?

Me hace gracia que me hagas esta pregunta, porque me acaban de regalar una edición muy chula de Condenada por mi cumpleaños. Siempre digo que Palahniuk tiene libros que son obras maestras y otros que son una puñetera mierda. Me leí Asfixia con quince años y me encantó, fue un soplo de aire fresco en mi postadolescencia, algo como encontrar a un Bukowski moderno sin todo este «regurgitar sobre mi propia mierda, mi propio alcoholismo y mi propia drogadicción.» Mi favorito es El club de la lucha, también adoro Monstruos Invisibles y Nana. Sin embargo, me he sentido decepcionada con sus últimos libros como Snuff -que además aborda el mundo del porno desde una perspectiva que no me gusta nada-, Pigmeo me pareció terrible y Fantasmas es una serie de muchas historias cortas que no encajan muy bien entre si. Al margen de ello me parece un autor muy fresco, con una forma de escribir que te llega a las entrañas.

¿Con que fragmento te atreverías/te gustaría hacer un Hysterical Literature?

¡Oh Dios mío! He de decir que ya he hecho uno, pero todavía no está publicado, así que no puedo decir con qué. SI lo tuviese que volver a hacer de nuevo con un libro diferente, escogería Lolita de Nabokov -que típica soy, ¿no?-. Y si Lolita no funcionase, eligiría Lobas de mar de Zoe Valdés.

También te gusta mucho el cine y he podido ver algún pinito tuyo como en el corto cómico Entremeses. ¿Te plantearías la posibilidad de trabajar como actriz al margen del cine porno, ya sea en una cinta alternativa o convencional?

Si, me lo plantearía. Sin embargo, hay un problema con todo el cine convencional, ya que mucha gente cree que las actrices porno escogen el porno como lanzadera para hacer otras cosas. En mi caso, he de decir que a mi me encanta el porno. Si quisiese actriz convencional habría sido actriz convencional, pero estoy abierta a sugerencias y si me presentan un papel o proyecto que me resulte interesante estaría encantada, aunque no sea mi línea de trabajo habitual.

¿Nos recomiendas una película especial para ti?

¡Tengo muchas! No puedo elegir solo una. Me gusta mucho casi todo lo que hace Terry Gilliam, especialmente Tideland, Miedo y asco en Las Vegas, Blader Runner, Brasil, Time Bandits, las de David Fincher -me encantaron Gone Girl y Seven-, Lars von Trier antes de que se volviese famoso -sobre todo Dogville y Bailando en la oscuridad, adoro a Gaspar Noé -Enter the Void e Irreversible-, Larry Clark -Kids y Ken Park, que son así las más típicas-, y Humo de Harmony Korine. Últimamente estoy muy ochentera y con mis compañeros de casa estoy viendo mucho cine de esa década, como Golpe en la pequeña China de Carpenter. Tengo muchas ganas de verme The Zero Theorem y Beasts of No Nation. Además, adoro el cine de serie B, del que me encanta un actor que se llama Quentin Dupieux y sus películas Rubber y Wrong Cops, muy divertidas. También hay otro japonés muy hortera que  se llama Noboru Iguchi y tiene unas obras tremendamente malisimas pero deliciosas de ver, entre ellas Robogeisha, Zombie Ass o Dead Sushi. Son buenísimas y malísimas a la vez.

Amarna Viajes

Otra de tus grandes pasiones es viajar por el mundo mientras trabajas para diferentes productoras. ¿Qué viajes o experiencias te han marcado profundamente en estos años?

Mi gran viaje de estos últimos años fue Australia, en la que estuve tres meses acampando alrededor de la mitad del continente, desde Melbourne hasta Darwin por toda la Costa Este y luego hasta Adelaide por Alice Springs, cruzando el desierto. Fueron unos meses en mitad de la nada, viviendo experiencias muy locas y muy duras en muchos sentidos, ya que en Australia todo quiere matarte, y hay muchas especies venenosas y peligrosas. Es el único lugar del mundo que he encontrado con zonas que no han sido pisadas desde hace tiempo por ningún ser humano, auténticos paraísos vírgenes. En ese sentido, África supuso para mi una desilusión. En Australia me pasaron cosas tan caóticas como quedarme atrapada en un campamento de madrugada en una zona llena de cocodrilos.

Otras experiencias extremadamente maravillosas fueron bucear con tiburones blancos en Sudáfrica o en la Gran barrera de Coral durante tres días. Me encantó estar en Islandia, que recorrí en coche con mi novio durante dos semanas; he ido dos veces a Japón, cuya cultura y tradición me encantan y adoro América, que es donde estoy ahora, especialmente todo el South West. Llevo preparando unos años mi viaje a Kenia y Tanzania y ahora también estoy participando en un concurso para viajar por Sudamérica. Mi plan es viajar a Chile, Argentina y Venezuela. Por otro lado, me encantaría poder ir al norte en invierno para ver auroras boreales en Siberia o Groenlandia, y también conocer el Sudeste Asiático.

Te defines siempre como una persona nómada, alma libre y ciudadana del mundo. ¿Debería todo el mundo atreverse a salir, aunque sea un poquito, de su zona de confort?

Hombre, cada uno tiene que hacer lo que le apetezca para mejorar, pero desde luego siempre lo recomiendo. Salir de mi zona de confort es una experiencia maravillosa, me siento bien conmigo misma, supero mis miedos y estoy en constante movimiento. Viajar es mi vida y la adrenalina me encanta. En otra entrevista me preguntaron en qué momento me siento más yo misma y he respondido que es cuando estoy cogiendo un avión a un lugar desconocido y no tengo ni idea de que va a ser de mi vida. Es el momento en el que me siento más empoderada, me encanta esa sensación. Apañártelas en situaciones extremas es un sentimiento maravilloso.

De hecho, con tan solo 25 años has podido tocar la cima de muchas de tus ambiciones, algo que no puede afirmar demasiada gente de tu edad. ¿Crees en la suerte o le concedes más importancia a tu esfuerzo personal por hacer lo que te gusta sin haberte dejado influenciar por las presiones sociales?

Un poquito de cada. Yo creo en el esfuerzo y mientras que he tenido suerte en ciertos aspectos de mi vida, en otros no he tenido nada, pero siempre he seguido persiguiendo mis sueños. Me han influido principalmente dos cosas. Por una parte, que soy una persona muy ambiciosa, -ya me decía mi padre desde pequeña: querer no es poder, poder es querer-. Es decir, si deseas algo, no basta con decirlo y lo que hay que hacer es luchar por ello. Haz lo que quieras, aunque sea un plan loco, aunque sea una cosa extrañísima, ya que excepto cambiar la muerte todo en esta vida es posible. A estas ganas hay que sumarle que soy una persona que tiene prisa por vivir y me gusta hacer el máximo número de cosas. A propósito de ello, hay una cita de Kerouac que me encanta y me define perfectamente: La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas. Estoy vibrando constantemente y no sé parar quieta. Me agobia estar más de seis meses en un mismo lugar.

¿Qué proyectos contemplas a corto y medio plazo entre tus aventuras?

Voy a seguir estando en América y quiero probar a tener un tiempo de relax. Echo de menos las rutinas, cocinar todos los días, ir a clases de taekwondo si me apetece, saber que tengo conexión a Internet toda la semana y dormir en la misma cama durante todo el mes. Parecen cosas muy tontas pero creo que es el momento ideal para establecerme durante un tiempo y disfrutar un poco. Me he apuntado a clases de yoga, estoy aprendiendo a bailar el hula-hop y a hacer malabares con fuego. También sigo escribiendo muchísimo todos los días y me gustaría sacar otro libro para el próximo año. Pretendo renovar mi web, que por cierto ha ganado el premio Ninfa 2015 a la Mejor Web, pero es necesario darle un lavado de cara. En general, quiero vivir y ser feliz con las cosas que me gustan, que es lo que guía mi existencia.

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¿Te planteas retomar la dirección de películas y fundar de nuevo una productora, como hiciste con la ya desaparecida Omnia X en el pasado?

Si, me lo planteo. Me gusta mucho la fotografía, que junto al vídeo fue una de mis especializaciones dentro de la carrera y sigo haciendo cosas aunque no las publique. Ahora no es el momento adecuado para volver a producir, pero me lo planteo para el futuro.

¿Cómo es un día perfecto en la vida de Amarna Miller?

Me imagino mil millones de cosas. Un día perfecto es aquel en el que estoy probando cosas nuevas, perdida en el mundo, conociendo lugares maravillosos al lado de gente increíble. Tuve una semana de días perfectos este año en septiembre cuando estuve en el festival Burning Man, en medio del desierto de Nevada. Había tormentas de arena, me hice una herida, tuve el peor brote de dermatitis de los últimos diez años, pero ¡qué maravilla! Hice cosas que nunca había pensado hacer, desde subirme a coches en marcha a tirarme a colchonetas hinchables de diez metros de altura o columpiarme en columpios gigantes. Estar a las cinco de la mañana bailando techno en medio de un desierto con una tormenta de arena es insuperable.

Para despedirnos, ¿qué sueños te quedan por cumplir?

Muchos, y casi todos tienen que ver con viajar. Tengo muchas ganas de ir a Tanzania y a Kenia. A largo plazo mi sueño es recorrerme el mundo, poder ganar dinero a través de mi página web personal, produciendo y colgando mi propio contenido sin tener que grabar para otras productoras. Si alguna de las personas que está leyendo esto quiere apoyarme, comprad cosas en mi web y no pirateéis todo, por favor –risas-. Así podéis ayudarme a seguir cumpliendo las cosas que me gustan.

2 thoughts on “Sexo, poemas y cintas de vídeo

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