«Jan is much more creative than any child could ever be»
Jonathan, 12 years, Jan’s supermodel
¿Dejamos de jugar porque envejecemos o envejecemos porque dejamos de jugar? Jan Von Holleben, fotógrafo alemán en Colonia en 1977, también se lo pregunta y decide retornar al magnético y simbólico universo de la infancia, representando de forma visual la niñez en su obra artística, donde podrás descubrir referencias al lenguaje de los más pequeños, los juegos populares, los libros infantiles clásicos o los superhéroes modernos. Según palabras del propio autor: «A través de mi cámara, un cosmos entero tomó forma, y cada mundo dentro de él parecía funcionar por cierta lógica desconocida, como una clase de mecanismo mágico«.
Jan von Holleben se crió en una comuna alternativa y recibió una fuerte influencia de sus progenitores, un cineasta y una terapeuta infantil, que junto a las memorias de su imaginario contribuyeron a querer plasmar en la fotografía los sueños y diversiones de la infancia. Tras practicar a nivel amateur cuando era adolescente, decidió estudiar Pedagogía para niños con discapacidades en Friburgo y formarse como fotógrafo profesional el Surrey Institute of Art and Design en Farnham. Su trabajo es amplio: destacó como director de Young Photographers United, fundador y director de Photodebut y director de fotografía de la revista Diva y de la agencia Pocko. Además, en 2007 fundó el colectivo The Photographer’s Office y recibió el premio PhotoEspaña al mejor libro por Dreams of Flying.
Uno de los trabajos más impresionantes de Jan von Holleben se trata de la serie Dreams of Flying, en el que diferentes niños de su vecindario buscan tesoros en el mar o cruzan el desierto sobre un perro, cargando de melancolía las ilusiones de una infancia ya agotada. En su trabajo I am the strongest explora las infinitas posibilidades que tienes cuando eres niño y en Superhero muta a personas normales en superhéroes cotidianos o coloridos extraterrestres a través de la distorsión y la hipérbole de diferentes elementos caseros. Un torbellino de colores, improvisación gestual, expresividad y una ternura primitiva que nos puede recordar a los cuadros fascinantes del surrealista Miró.
Como decía Neruda, todo es ceremonia en el jardín salvaje de la infancia. Entra un rato a jugar con Jan von Holleben, y olvídate de la estresante rutina de los adultos.