Las paredes de la capital ya no son mudas desde que Neorrabioso dispara por la noches sus poesías eléctricas, los balazos de su arte insómnico. Más de cien versos diferentes inundan de poesía visceral y transgresora los muros de Madrid, y ni brigadas de limpieza ni dispositivos policiales han logrado pillar in fraganti a este poeta rabioso, que también ha publicado un libro y desmenuza reflexiones literarias a diario en su blog literario.
Neorrabioso, porque soy macho. Batania, porque soy hembra
En esta pintada hablas de tus dos nombres; Neorrabioso suena visceral y masculino, y Batania quizás más femenino y poético. ¿Qué significan ambos para ti y por qué los has elegido?
No es más un rodeo para evitar mi nombre y apellidos, Alberto Basterrechea Martínez, que no son más que la excrecencia politizada de dos palabras, Euskadi y España, en las que no me reconozco. Batania es una propuesta de espacio personal, un contrapaís de 1`76 de altura y 67 kilos de peso situado entre Argüelles y Noviciado, con un PIB mensual de 856 euros que se invierte a medias en alimentos para el estómago y el cerebro. Neorrabioso es la propuesta de tiempo de Batania, un tiempo de rompan filas. Cuando comencé en la poesía se me hizo la misma crítica desde muchos ángulos: mis poemas, decían, eran tan violentos que no se entendían en una democracia. “Escribes demasiado rabioso”, me precisaron, y yo me añadí el neo- más por autoparodia que por intención agresiva. Por otra parte, el hecho de que Batania sea femenino no es casual sino premeditado: si escribo es gracias a la tensión que se establece entre las tres aes del espacio Batania y las tres oes del tiempo neorrabioso. Considero al artista como andrógino y sostengo que el poeta ideal tiene su parte de poeta y su parte de poetatriz.
Defiende a tu héroe
Tienes un blog muy amplio, donde podemos hallar, en un original formato que has llamado Troya Literaria, un inmenso caleidoscopio de referencias y contraposiciones literarias; donde aparecen autores de colores muy distintos, desde Borges a Joyce, pasando por Shakespeare, Pizarnik, Rimbaud, o Bukowski. Eres un auténtico devorador de libros, pero ¿cuáles son tus mayores debilidades?
La novela francesa del siglo XIX, la poesía nórdica y latinoamericana, o cualquier libro de corte autobiográfico, lo mismo las confesiones de San Agustín que las de Valentino Rossi.
El amor se parece a una pelota de tenis
Tu marca personal está plagada de juegos de palabras, una gran riqueza léxica, mensajes subliminales, asociaciones casi surrealistas… ¿Cuáles son tus fuentes cotidianas de inspiración?
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Leo mucho e imito todo lo que me gusta. Robo. Mis artículos cómicos son imitaciones pirata de Quevedo, Torres Villarroel, Acuña Figueroa y Honorio Bustos Domecq; mis crónicas y artículos son bandidajes de Camba, Fernández Flórez, Umbral, Joaquín Vidal y Juan Villoro, mis confesiones vienen de Gide y Jules Renard, mis convocatorias son ladroneos de Victor Hugo y Lamartine, el vitalismo me viene de Whitman, Nietzsche y Papini y mis meteoros proceden del saqueo descontrolado de Cioran y Canetti. Mi concepto de poeta globetrotter está arrancado de Salvador Dalí y Leónidas Lamborghini, mi prosa narrativa son balbuceos extraídos de Daudet y Balzac, mis poemas políticos están robados con descaro de Brecht, Neruda y Blas de Otero; los poemas de mi padre se los quité a mi padre y los de amor me los escriben Iratxe y Natalia… Si no escribo mejor se debe tan sólo a que aún no he pirateado lo bastante. Espero seguir haciéndolo hasta conseguir el sueño de mi vida: que algún día me pirateen a mí.
Iratxe nunca será literatura
Paradójicamente, Iratxe ha sido una persona que ocupa un lugar destacado en tus poemas. ¿Qué significa Iratxe para ti y tu poesía?
Nada. Puedo inventarme otra Iratxe cuando me dé la gana. Me bastaría con hacerme con una tigresa y aparearla con un tiburón, jajaja. Ahora en serio, lo que me ha pasado con Iratxe me recuerda a la anécdota que refiere Herodoto sobre Creso, el rey de Lidia, que se consideraba el hombre más feliz del mundo. Vino Solón y le dijo: “Nadie puede considerarse el más feliz del mundo hasta que se cumpla el último de sus días, porque la fortuna es muy mudable”. Pocas semanas después, los persas de Ciro arrasaron con el imperio lidio y Creso pasó de “el más feliz” a “el más triste”. Lo mismo ocurre en las historias de amor: es muy importante cómo terminan. Como la mía terminó muy mal, la palabra Iratxe ahora solo me causa rechazo.
En tus ojos puedo ver ciervos azules copulando
Tienes un lenguaje muy sinestésico y plástico para describir las emociones. ¿Cuáles son tus poetas favoritos a la hora de hablar de sexo y de amor?
Propercio, Fonollosa, Eluard, Idea Vilariño, el Neruda del “Tango del viudo”.
Lanza tu bala contra el revolver
Prestaste tu apoyo a movimientos como el 15-M. ¿Se pueden interpretar algunas de tus pintadas como ciertos slogans antisistema?
No, qué apoyo ni leches. Lo que pasa es que el 15-M fue un jaleo desorganizado que funcionó como un tren en marcha: continuamente entra y sale gente, no existen carnets, hay desde troskos hasta gentes de parroquia. Es ideal para colgados como yo. En cuanto a mis pintadas, pueden funcionar como eslóganes pero tienen un nacimiento estrictamente poético: proceden casi en su totalidad de versos de mis poemas, son trozos de mis poemas en otro contexto, el de las paredes.
La noche es un baobab
¿Cómo es pintar de noche en Madrid?
Algo muy erótico. Cuando hice la primera, pensaba que iba a hacer diez o veinte como mucho. Pero descubrí que pintar en las paredes es un vicio. Si no fuera por ese erotismo gamberro, esa adrenalina a tope, no habría llegado a 481. Siempre digo que la diferencia entre un poeta standard y un poeta neorrabioso es que el neorrabioso, además de tener las mínimas nociones de lo que se ha hecho en poesía desde Homero a Seamus Heaney, debe acreditar una marca mínima de cuatro minutos el kilómetro. Es la velocidad que necesitas para esquivar a las patrullas policiales. Aunque dentro del coche los agentes son muy rápidos, cuando salen de él ya no lo son tanto.
Brigadas de limpieza borrando pintadas neorrabiosas
La policía nunca ha conseguido pillarte, pero cuentas en tu blog que en ello andan…
Un colega me dio el soplo y me mandó la circular que la policía ha repartido entre las brigadas de limpieza. Como no consiguen sorprenderme in situ y estoy apareciendo con mi habitual jactancia en las radios y televisiones de todo pelaje, parece que les tengo cabreados y quieren meterme un multazo, pero hace dos meses que recibí el aviso y a mí no me han mandado nada. Lo mejor de todo es que en la circular dan la dirección de mi blog y ordenan que se metan en él para descubrir dónde voy haciendo las pintadas, por lo que ahora mismo los lectores que más frecuentan mi blog son policías y miembros de las brigadas de limpieza. Huelga decir que este hecho me parece mi consagración y un premio mayor que el Adonais o el Rómulo Gallegos.
Liberqué, igualiquién, fraternicuando
Con está irónica versión de la consigna de la Revolución Francesa lanzas varias preguntas retóricas al aire. ¿Cómo definirías la sociedad en la que te mueves a diario?
Como decía mi padre, “el mundo siempre será del PNV”, esto es, de los transcurriendos, de los cobardes, de los pancistas, de los partidarios del punto medio. Existe un principio galés, “debes pisar por donde pisa el buey”, que ilustra perfectamente eso. Ahora bien: frente a esa mayoría, digamos, “antropológica”, que existe siempre y será mayoritaria siempre, existe un 10% que necesita más gasolina y opina que el ser humano da para un poco más. Y es responsabilidad de nosotros los tigres, los atacandos, los hacia-delantes, que ese diez por ciento se mantenga y dé la réplica a los que nos quieren convertir esta vida en una escuela de resignados.
¿Occidónde?
¿Están impregnadas tus pintadas, además de espíritu crítico, de una cierta ironía?
Es que no puedo soportar a las personas que se toman siempre en serio. Esta misma semana, leyendo a Diógenes Laercio, me he enterado de que Platón dormía con las comedias de Sofrón debajo de la almohada, y al punto me he reconciliado un poco con Platón, que siempre me ha parecido un don solemne. Me considero en muchos aspectos un hijo de Nicanor Parra y los poetas cuya obra prescinde por completo de la ironía me parecen incompletos y, sobre todo, unos señores coñazo.
Lleváis grumos de sangre en las corbatas
Esta pintada la hiciste en una sucursal del BBVA; al estilo de otras como En el cine de tu niñez pusieron un Zara, o Vuestro nivel de vida es vuestro nivel de muerte…¿Aspiras a remover la conciencia de los transeúntes?
No tanto. Si acaso a hacerles reír o enfadar o dudar un poco. Me pregunté: ¿Existe una manera de llegar con poesía a la gente que no acude a la poesía, que es casi todo el mundo, aunque para ello no deba convocarles sino acudir hacia ellos, no citándoles sino saliéndoles al paso, casi agrediéndoles? ¿Existe una modalidad de poesía donde cada error del poeta merezca un castigo, una modalidad que evite la logorrea versimotora y donde cada uno recupere las ventajas y desventajas de la censura? Y ya en el colmo de la masturbación: ¿sería posible que a la sola vista de mis versos la gente no sólo aprobara sino dijera algo más fuerte, un “ESTE TÍO ES EL PUTO AMO” o, puestos a desaprobarlos, no se quedara en una mera negación sino en algo más agresivo, un “QUÉ HIJODEPUTA EL QUE HA ESCRITO ESTO”? Escribir versos en un papel es sencillo; más difícil y erótico es hacerlo en las paredes de la ciudad con mayor presencia policial de Europa.
Me auto-medico: escribo
¿Qué el arte de escribir para ti: un modo de vida, una catarsis, un hobby?
Una manera de vengarme. Vengarme de Euskadi, de España, del BBVA, de los católicos, de los maestros cuadrados, de todos los que han intentado interferir en mi vida. De ahí que una de las pintadas que más he repetido en las paredes es TE HACEN LA VIDA OTROS y subrayo el TE, porque, desde luego, a mí ya no me la hacen.
No quieres hacer la vida que te toca
¿Eres de esos que luchan con uñas y dientes contra el conformismo?
Contra el mío, sobre todo. Uno siempre lleva un policía dentro y hay que vigilar contra él.
Siempre que nieva tengo cinco años
Remontándote a tu infancia, ¿en qué momento de tu vida te comenzó a picar el gusanillo de leer y escribir?
En ninguno. La gente sana no escribe. Por eso a mí me costó tanto empezar, a los treinta años, cuando se murió mi padre. Mientras estuve sano prefería jugar a fútbol o a pelota mano.
No quiero escribir versos sino llenarlos de caballos
Tus pintadas y poemas son como relámpagos, y están cargados de rebeldía e insurgencia, pero también de lemas de vida y vivencias propias. ¿Qué vertiente cala más hondo en ti, la política, o la más personal?
Un poema político, si sólo es político, se queda cojo. Lo mismo pasa en los poemas de amor: Bécquer aburre a partir de la tercera lectura. Eso lo aprendí leyendo a Eluard, que mezcla muy bien amor y política. Los poemas elegíacos a mi padre, por ejemplo, son a la vez antipatrióticos, y los poemas a Natalia son anticapitalistas. Lo que trato es que los poemas tengan más fondo, más de una capa, y por eso intento unir lo personal con lo político.
Prefiero Natalia a la revolución
En tu blog, nombras a la figura de Natalia y a su libro, La intermitencia de los faros. Háblanos un poquito de ella.
No sé qué decirte. Estuve dos años saliendo con ella y ni siquiera logré llegar al campo base. Como escritora es imprevisible, talentosa, tierna, infantilista, extraordinaria.
Siempre cambiando el miedo de sitio
¿Es la poesía un instrumento para proyectar o curar tus mayores miedos?
No lo sé. Digamos que es el lugar donde recupero a mi padre, donde puedo estar a solas con él. Le cuento las cosas que voy haciendo en Madrid y nos lo pasamos bien. Nos reímos a carcajadas.
Que repatrien las patrias
Junto a otras frases plasmadas en muros como Inmigracias, tocas los temas de la integración y exclusión…
Sí, bueno, el caso es golpear al estado-nación, el mayor engaño de este mundo en que vivimos y la mayor fuente de guerras. Esa pintada, junto con la de INMIGRACIAS y la de INMIGRANTES, VOSOTROS SOIS EL MAR DE MADRID, son las que más he repetido en los muros.
FRANCISCO
Neorrabioso, me encantan tus pintadas en los contenedores de basura, siempre que veo una la fotografío y la conservo. Me pareces un poeta genial